viernes, 25 de julio de 2014

SIN VOCACIÓN, NO HAY ACCIÓN, NI ACTUACIÓN


Mi intención era descansar un poco estas vacaciones y que por tanto, no iba a publicar ninguna entrada más en el blog hasta septiembre. Pero, “tengo un pensamiento” que me invade día a día y que me motiva a no “parar”. Dicho pensamiento, que a partir de ahora lo convertiré en un principio, lo hice publico en mi perfil de facebook hace pocos días. Bueno… para aquellos/as que no son mis amigos/as :-) lo vuelvo a escribir: si puedo averiguar cómo los niños/as pueden aprender mejor, seré mejor maestro.

Pues bien, centrándome en lo que quería transmitiros con esta nueva entrada, empecemos:

Leyendo la guía que la Junta de Andalucía publicó en 2013 (portal web Averroes) con el objetivo de apoyar buenas prácticas docentes para el desarrollo de las Competencias Básicas (CCBB), me encuentro, entre los ejemplos de colegios/institutos que fomentan buenas prácticas en materia de CCBB, el CDP SAFA de Jerez. ¡ENHORABUENA!


Pero, aquí no acaba la cosa. Lo mejor es que me encuentro un pequeño párrafo (el cual me motiva a realizar la presente entrada) en el que se intenta responder a un gran duda que el profesorado tiene en relación a las CCBB.

Dice así el párrafo y lo escribo tal cual:

Una gran duda del profesorado es: “¿Me voy a embarcar en algo que va a durar más de tres meses o ya el año que viene esto no va a tener nada que ver con nosotros?”. El planteamiento de la SAFA de Jerez es que hay que aprovechar la oportunidad de mejorar. “Cuando a un profesor lo sacas de un planteamiento de profesor y lo metes en un planteamiento de padre”, comenta Aurelio, “te dice que está claro que para su hijo lo que quiere es que sea competente. Pero cuando se mete como profesor, automáticamente se acuerda de su programa. Cuando al profesorado empiecen a evaluarlo diciéndole usted es competente o no es competente para ser maestro, entonces van a entender que lo que importa no es tener el título sino el nivel de competencia requerido para el desarrollo de la función docente.

Yo no pienso que sea una gran duda, pero bueno, puede que lo sea. Lo que yo veo aquí más bien es, un miedo o terror, depende de la persona, hacia las competencias básicas o… hacía nuevas formas de educar.  

Parece ser… que la educación intenta romper aguas. En este sentido, no creéis que va siendo hora de salir al exterior y ser conscientes del mundo en el que vivimos. No creéis que debamos romper con esa educación individualista y adentrarnos en una educación más cooperativista. No creéis que debamos ayudar a nuestros dicentes a desarrollar el máximo de competencias para que puedan desenvolverse en su día a día.

A qué tenemos miedo, a no saber cómo hacerlo, a no tener ni idea en cómo trabajar las Competencias Básicas, o más bien, tenemos miedo, como bien dice el texto, a salir de nuestro planteamiento de profesor, es decir, de nuestra zona de confort. Cada vez más, nuestros alumnos/as gritan con más fuerza ¡NO QUEREMOS IR AL COLEGIO! ¡NOS ENSEÑAN Y APRENDEMOS DE LA MISMA FORMA QUE HACE 50 AÑOS!

Ya no basta con tener un título y decir ¡YA SOY MAESTRO/A! En este caso, el texto bien refleja de nuevo que lo que importa es el nivel de competencia del docente. Y yo añado, y el nivel de ganas, motivación, ilusión, esfuerzo, dedicación, constancia,…

Sin vocación, no hay acción, ni actuación.

Nos rodean muchos docentes que luchan porque creen que otra educación es posible. Juntos tenemos que luchar por conseguir escuelas mejores, escuelas basadas en la cooperación. Dejemos de lado el intentar dar el máximo de conocimientos a los alumnos/as.

En definitiva, el docente nunca puede olvidar que para avanzar hay que conocer. Además, debe comprender que intentar escalar una montaña sin los elementos necesarios no nos conduce a nada.

Para finalizar, me gustaría acabar con un pequeño párrafo de un libro que leí hace muy poco tiempo que trataba el tema de la vocación del docente. Dice así:

Si realmente no tienes vocación no pierdas el tiempo. Piensa, ¿para qué vales realmente? ¿Qué te gusta? ¿Te encuentras identificado con este mundo? Medita estas cuestiones pausadamente. A ser posible sentado en un sofá o caminando por la orilla de la playa (suelen ser eficaces estas cuestiones). Respira profundamente (no te olvides de expirar también). La carrera de docente es ante todo vocacional. Nos debe gustar, nos tenemos que sentir identificados plenamente en ella.




¡Hasta la próxima entrada!

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