Mi
intención era descansar un poco estas vacaciones y que por tanto, no iba a publicar
ninguna entrada más en el blog hasta septiembre. Pero, “tengo un pensamiento”
que me invade día a día y que me motiva a no “parar”. Dicho
pensamiento, que a partir de ahora lo convertiré en un principio, lo hice
publico en mi perfil de facebook hace
pocos días. Bueno… para aquellos/as que no son mis amigos/as :-) lo vuelvo a escribir: si puedo averiguar cómo los niños/as
pueden aprender mejor, seré mejor maestro.
Pues
bien, centrándome en lo que quería transmitiros con esta nueva entrada, empecemos:
Leyendo
la guía que la Junta de Andalucía publicó en 2013 (portal web Averroes) con el objetivo de apoyar buenas prácticas
docentes para el desarrollo de las Competencias
Básicas (CCBB), me encuentro, entre los ejemplos de colegios/institutos
que fomentan buenas prácticas en materia de CCBB, el CDP SAFA de Jerez. ¡ENHORABUENA!
Pero,
aquí no acaba la cosa. Lo mejor es que me encuentro un pequeño párrafo (el cual
me motiva a realizar la presente entrada) en el que se intenta responder a un
gran duda que el profesorado tiene en relación a las CCBB.
Dice
así el párrafo y lo escribo tal cual:
Una
gran duda del profesorado es: “¿Me voy a embarcar en algo que va a durar más de
tres meses o ya el año que viene esto no va a tener nada que ver con
nosotros?”. El planteamiento de la SAFA de Jerez es que hay que aprovechar la
oportunidad de mejorar. “Cuando a un profesor lo sacas de un planteamiento de
profesor y lo metes en un planteamiento de padre”, comenta Aurelio, “te dice
que está claro que para su hijo lo que quiere es que sea competente. Pero
cuando se mete como profesor, automáticamente se acuerda de su programa. Cuando
al profesorado empiecen a evaluarlo diciéndole usted es competente o no es
competente para ser maestro, entonces van a entender que lo que importa no es tener el título sino el nivel de competencia
requerido para el desarrollo de la función docente”.
Yo
no pienso que sea una gran duda, pero bueno, puede que lo sea. Lo que yo veo aquí
más bien es, un miedo o terror, depende de la persona, hacia las competencias
básicas o… hacía nuevas formas de educar.
Parece
ser… que la educación intenta romper
aguas. En este sentido, no creéis que va siendo hora de salir al exterior y ser conscientes del mundo en el que vivimos. No creéis que debamos romper con esa educación
individualista y adentrarnos en una educación más cooperativista. No creéis que debamos ayudar a nuestros dicentes a desarrollar el máximo de competencias para
que puedan desenvolverse en su día a día.
A
qué tenemos miedo, a no saber cómo hacerlo, a no tener ni idea en cómo trabajar
las Competencias Básicas, o más bien, tenemos miedo, como bien dice el texto, a
salir de nuestro planteamiento de profesor, es decir, de
nuestra zona de confort. Cada
vez más, nuestros alumnos/as gritan con más fuerza ¡NO QUEREMOS IR AL COLEGIO! ¡NOS ENSEÑAN Y APRENDEMOS DE LA MISMA FORMA QUE HACE 50 AÑOS!
Ya
no basta con tener un título y decir ¡YA SOY MAESTRO/A! En este caso, el texto bien refleja de nuevo que lo que importa es
el nivel de competencia del docente. Y yo añado, y el nivel de ganas,
motivación, ilusión, esfuerzo, dedicación, constancia,…
Sin vocación, no hay acción, ni
actuación.
Nos
rodean muchos docentes que luchan porque creen que otra educación es posible. Juntos
tenemos que luchar por conseguir escuelas mejores, escuelas basadas en la
cooperación. Dejemos de lado el intentar dar el máximo de conocimientos a los
alumnos/as.
En
definitiva, el docente nunca puede olvidar que para avanzar hay que conocer. Además, debe comprender que intentar
escalar una montaña sin los elementos necesarios no nos conduce a nada.
Para finalizar, me
gustaría acabar con un pequeño párrafo de un libro que leí hace muy poco tiempo
que trataba el tema de la vocación del docente. Dice así:
Si
realmente no tienes vocación no pierdas el tiempo. Piensa, ¿para qué vales
realmente? ¿Qué te gusta? ¿Te encuentras identificado con este mundo? Medita
estas cuestiones pausadamente. A ser posible sentado en un sofá o caminando por
la orilla de la playa (suelen ser eficaces estas cuestiones). Respira profundamente
(no te olvides de expirar también). La carrera de docente es ante todo
vocacional. Nos debe gustar, nos tenemos que sentir identificados plenamente en
ella.
¡Hasta la próxima entrada!