martes, 17 de junio de 2014

EL MAESTRO SALMÓN


Hace varias semanas que vi un documental sobre la migración del salmón. Me sorprendió la valentía de estos peces, que son capaces de ir nadando miles de kilómetros y remontar ríos contracorriente para ir a poner sus huevos en el mismo lugar donde ellos han nacido. Además, me impresionaron los enormes saltos que daban para salvar los desniveles de los ríos, ya que lo hacían sabiendo de que unos osos enormes los esperaban pacientemente en el agua para convertirlos en su comida favorita.


Y vosotros pensaréis, qué tiene que ver el salmón con la educación. Pues bien, ir a contracorriente, como el salmón, debería ser como dice Salvador Rodríguez Ojaos en su blog "el estado natural de los docentes, educadores y miembros de la comunidad educativa en general". No podemos quedarnos sentados, el inconformismo debe ser una característica esencial de todo buen educador, ya que siempre hay algo que mejorar, algo que incorporar, un nuevo reto que superar, un alumno/a al que hay que apoyar y ayudar,...
                                                        


Seguramente en algún momento te haya sentido en tu centro como un  salmón. Sabemos que esa actitud de maestro/salmón puede resultar incómoda para aquellos docentes que, desencantados con su profesión y el sistema en general, han tomado la dura decisión de evitar los sobresaltos, los cambios y las preocupaciones. Pero esto no debe ser una barrera para ti para que no sigas nadando contracorriente. 

Es verdad, que al igual que los salmones, el agotamiento en muchos momentos puede provocar que no sigas nadando, pero ya sabes que la constancia y el creer en lo que haces, podrás alcanzar tus objetivos con éxito. Pero, sin embargo, sabemos que algunos serán "cazados" por los osos de la incomprensión, el conformismo y la envidia, que como dice Salvador Rodríguez Ojaos "son tres de los peligros más importantes para un maestro/salmón".

Ojalá todos los Centros Educativos estuvieran llenos de salmones y, con el esfuerzo de todos/as, fuera más fácil nadar contracorriente.

Gracias a maestros/as salmones hace que la educación sea cada día un poco mejor.


¡Hasta la próxima entrada!

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